DESVELANDO LA CARA OCULTA DE LA PATERNIDAD
Existen muchas razones que, en nuestra labor como padres, nos llevan a sentir la culpa. Donde se experimenta una mezcla de emociones, tales como la tristeza, la frustración, la preocupación. En mi caso, algunas veces, recuerdo haberme ido al trabajo en medio de lagrimas, ya que estaba obligada a dejar mis hijos al cuidado de una niñera. Esto me llevó a sentir, que estaba perdiendo algo, que no les estaba dedicando el tiempo que merecían, y creaba en mí, un enorme sentimiento de culpa, que con los años, he aprendido a aceptar, sintiéndome mucho más ligera.
Como bien sabemos, ser padres, sin duda, es el “trabajo” más desafiante y complejo del mundo, ya que no solo estas tratando de criar de manera positiva, si no que estas luchando por una continua mejora en ti mism@, para poder ofrecerle a tus hijos la mejor versión de ti. Este continuo esfuerzo, crea en nosotros, expectativas de crianza la mayoría de veces muy altas, y de las cuales, en ocasiones, es inevitable que se nos salgan de las manos. Todo esto intensificado también, por los estándares de la sociedad, sobre como es ser “una madre/padre ideal”.
Pero seamos sinceros, en un mundo tan frenetico, donde encontrar un equilibrio entre la vida laboral, los quehaceres de la casa, la relación de pareja, y los continuos desafíos que se encuentran por el camino, cumplir con tales expectativas es supremamente difícil.
Por este motivo, el sentimiento de culpa es como una carga invisible que llevas desde el nacimiento de tus hijos, donde la mayoria de veces pretendemos mucho de nosotros mismos. Un dia leí una frase que me gusta mucho: “eres una madre ideal antes de tener hijos”, y esta idea sobre como serias, muchas veces, esta lejos de la realidad, una vez que lo eres, ya que la maternidad siendo tan compleja y cambiante, implica un aprendizaje y una adaptación continua. El cambio personal, fisico y psicologico que se vive en la crianza, solo se puede experimentar a través de la experiencia, que para cada un@ es unica y diferente.
El sentimiento de culpa es como una mochila pesada que aveces cargamos, y cuando aprendemos a sobrellevarla, vivimos una maternidad mucho más consciente y liviana, con menos presión y más comprensión hacia nosotros mismos y los demás, y de consecuencia, creamos un vinculo más sereno con nuestros hijos.
Aquí algunas estrategias que nos pueden ayudar en este proceso:
- Normaliza la culpa: Entiende que no estas sol@, muchas madres y padres tienen el mismo sentimiento.
- Exprésate: Mostrarte vulnerable frente a tus hijos no es un error; siempre que puedas, habla con ellos, recuérdales que no tienes un manual de instrucción, y que tu también estas creciendo y aprendiendo cada dia. Esto no solo te hará sentir mejor, si no que, promueve enormemente la empatia en ellos.
- No te compares: No caigas en ese circulo vicioso y tóxico, compararte con otros padres, no trae nada bueno, recuerda, que es tú vivencia, y es unica y especial.
- Equivocarse es humano: Es inevitable cometer “errores”, no te tortures por esto, es fundamental equivocarse para crecer, no tienes que ser perfect@.
- Háblate “bonito”: Vive el proceso del amor proprio, acéptate también con tus errores, ten compasión de ti mismo, dedicate tiempo, cuida de ti: !tus hijos lo notaran!
- Celebra las pequeñas y grandes cosas: Cada vez que sientas el sentimiento de culpa, piensa en las tantas cosas maravillosas que has logrado, por más pequeñas que sean, no dejan de ser importantes y de gran impacto en la vida de nuestros hijos.
👉 Difundamos esta realidad: si conoces a otros padres que se beneficiarían de esta lectura, !comparte!, no cuesta nada y es de gran apoyo para todos.
TE ABRAZO FUERTE, GRACIAS POR LEER 💜
Creo que también es importante no vivir la vida a través de los hijos y tener una propia.
ResponderEliminarPor supuesto, debemos recordar que no solo somos padres, somos personas y tenemos que encontrar siempre el momento para nosotros mismos, tener una vida propria es clave, porque si tu eres Feliz, tu hijo también lo será :)
EliminarGracias por tu comentario
Un abracito